Translate

"Don Gruñón"


                                                            “DON GRUÑÓN”

          Esta es la historia de un mecánico de autos que se llamaba Claudio y que tenía  siempre muy mal humor, por eso la gente del barrio le decían cuando hablaban de él simplemente “Don gruñón”.
          “Don Gruñón, digo Claudio no era malo, y todo el mundo sabía esto, simplemente era  protestón, no sé si porque nació así o porque su mamá lo dejó protestar de chiquito y se acostumbró.
           Lo cierto es que cuando la gente necesitaba de su servicio iba a ver a don Claudio pero no se quedaba a conversar con él culpa de su famoso mal humor, por eso tampoco se había casado ni tenía hijos.
            El pobre entonces tenía que hacer todo solo.....Cuando se levantaba limpiaba  la casa antes de ir al taller, después ponía la pava en el fuego para sus mates que cada día le parecían más aburridos, lavaba frotando sus mamelucos llenos de grasa  y se preparaba el puchero del mediodía que muchas veces se le quemaba por que lo tenía que cuidar mientras trabajaba.
            Un día llegó a su taller un hombre con un auto usado que  terminaba de comprar y como tenía que realizar un largo viaje le dijo a Claudio:

            Don Gru.......digo Don Claudio- me dijeron que usted trabaja muy bien, yo quiero  visitar a mi madre para mostrarle el auto que me compré, pero necesito que le cambie todos los repuestos para asegurarme que ande “super” porque en el pueblo donde ella vive no hay ningún mecánico.

          Por supuesto el mecánico lo hizo pero cuando el hombre y su auto partieron  don Claudio se dio cuenta que era dueño de una montaña de repuestos usados:Había carburadores, silenciadores, caños de escape, bujías, y cuanta cosa te podés imaginar aunque no le conozcamos ni siquiera el  nombre.
Por más que se preguntaba qué hacer con la montañota no encontraba respuesta alguna, a otros autos no podía ponérselos, él nunca había usado repuestos usados para sus clientes.
Su cabeza siguió pensando hasta que lo sorprendió la hora de cenar con la comida sin hacer como muchas noches y fue allí mismo cuando se decidió:
¡Me fabricaré un robot!.....!Sí! ....¡Uno para mí solo!........!Si!
        ¡ Que haga la comida y todo!....!Sí!.....¡Que me lave el mameluco!
                           ¡Que me lo planche también!


       La imaginación  y la alegría se combinaron con tornillos, manubrios, ejes
delanteros y traseros y muchas otras cosas, mientras todo eso iba tomando forma de ……Robot......claro.
       Muchos fueron los problemas que tuvo que superar para que su invento se viera
más o menos agradable y funcionara, un colador de fideos se transformó en  su casco y unas ruedas de monopatín  en sus pies para que empezara a desplazarse solo porque era demasiado pesado para cargarlo de aquí para allá.

       De más está decirles que muchas noches se dedicó a esta obra  y lo que más
trabajo le dio sin duda fue poner en orden los controles para que Gervasio obedeciera (así lo llamó).
       Más de una vez cuando lo programó para que lavara su mameluco  Gervasio
planchaba una lechuga o la cortaba con tijera y también ocurrió que en medio del lavado de los platos Gervasio explotaba originando un gran chisperío y había que empezar todo de nuevo.  
       Los vecinos habían comenzado a intrigarse mientras uno le comentaba a otro:
     -¿Viste las ojeras de Don Gruñón? ....¿Estará enfermo?
     -¿Sabías que están las luces prendidas de noche?
           -¿Vieron los chispazos del otro día?....¡Parecían fuegos artificiales!
     -¿Escucharon ese ruido a batidora que funciona mal todo el tiempo? 

       Como los vecinos no hallaron respuesta para tantas preguntas decidieron visitar a Don Gruñón, digo a Claudio, porque a decir verdad el mecánico les preocupaba, todos lo querían un poco a pesar del mal humor....Tantas veces les había arreglado el auto.     
           Cuando conocieron a Gervasio no lo podían creer, llegaron justo cuando estaba cortando el pasto alrededor del taller. ¡Yo quiero uno!.¡Necesito uno que cosa la ropa!.¡Para mí que haga las compras!.¡Que busque los chicos en la escuela!.¿Sabe hacer fideos con manteca?.¿Y ravioles con tuco?       
      Todos necesitaban algún Gervasio especialmente diseñado por Claudio para su necesidad personal, así que desde ese día trabaja sin descansar fabricando Robot por encargos.
      Lo ayuda en esto sonriente su querido”Gervasio,”ahora está programado para construir  muchos otros “Gervasios” como él.
      Los vecinos de Claudio colaboran en  los trabajos domésticos porque  tiene la casa llena de gente...Hasta le ceban mate,.del mal humor no se acuerda nadie,ni Claudio....¡Con tanto trabajo  no le ha quedado tiempo ni para protestar!                      

                                                                                    Adriana Rolando


Matìas controla en robot, aprieta un cuadrado, ordena que corte el pasto


 ACTIVIDADES SUGERIDAS PARA EL CUENTO

- Fabricaremos una pulsera de robot con cartulina o de plástico  con figuras geométricas o círculos de diferentes colores.(puede ser un  envase descartables de leche o gaseosa)

-Representamos corporalmente:
          -Corporizaremos el andar de los robot con alguna música especialmente escogida (Seremos Gerrvacio)   
         .

-Nos desplazamos en el espacio con diferentes velocidades:       
          -Gervasio marchará muy rápido, muy lento o se parará de repente.

-Nos movemos en retroceso:
           -El robot funcionará hacia atrás.

 -Pautamos con los chicos las actividades que realiza nuestro “Gervasio” y a qué control (figura geométrica o círculo) corresponde:
          -Gervasio nos hará caso (al activar el control el robot obedecerá)
         -Gervasio no logrará hacer caso ( el robot hará otra cosa)                                                                            
          -Gervasio explotará por algún desperfecto (acompañado de un estímulo sonoro)

-Trabajamos en parejas:
           -Un niño será el fabricante y otro el robot ¿Para que servirá este robot?
            Cambiaremos los roles.